miércoles, 5 de diciembre de 2012

Visión Integral Persona II


Hoy quiero completar, tras mi anterior artículo la Visión Integral de la Persona (Mente y Emoción) mi visión  de las otras 2 partes esenciales que definen nuestro ser: 

Cuerpo

Espiritualidad 



 Parte CORPORAL. El cuerpo es una parte indispensable de nuestra vida terrenal. Es desde el primer aliento y hasta el último la morada del alma. Es nuestro vehículo para entablar relaciones con los demás. Tratamos nuestro cuerpo como a un esclavo que debe servirnos. Como una herramienta que siempre ha de estar en buen estado a pesar del maltrato al que yo le someta. Quiero que mi cuerpo esté siempre listo para dar respuesta a mis exigencias. Me enojo con mi cuerpo si enferma, si no me permite vivir al ritmo que yo deseo, incluso si muestra síntomas de cansancio. Y de esa forma pasamos de esclavizar a nuestro cuerpo, a ser sus esclavos. 



Vivimos desconectados de nuestro cuerpo. Una y otra vez he comprobado en mi persona y en personas a las que he acompañando en sus procesos de crecimiento que el cuerpo habla, siempre habla. Y lo hace con su particular lenguaje, a través de síntomas y sensaciones. Como buen aliado que es, y acompañante durante todo el viaje que supone mi vida, me da señales cuando las cosas no marchan bien, cuando no estoy atendiendo algunas de mis necesidades, cuando estoy forzando excesivamente mi ritmo, cuando estoy exigiéndome demasiado, cuando estoy equivocando el camino. 

El cuerpo siempre llora las lágrimas que los ojos se niegan a derramar.

Te invito hoy a pararte y hacer dos reflexiones/tareas. La primera es toma conciencia de ¿cómo trato y qué cuidados doy a mi cuerpo? ¿lo escucho? ¿a través de qué órganos y síntomas suele hablarme? La segunda tarea que te invito a hacer es que le escribas una carta a tu cuerpo, en la que le expreses lo que te nazca. Una carta que te permita tomar conciencia de cómo te relacionas hoy con tu cuerpo.

Parte ESPIRITUALIDAD. En su núcleo está todo aquello que somos más allá de lo que pensamos, de lo que sentimos, de nuestro cuerpo y nuestras posesiones. Todos tenemos una parte espiritual, una parte trascendente programada para buscar sentido y plenitud en nuestra Vida. Somos sólo una gota que forma parte de un gran océano. 

La sociedad en la que vivimos promueve, aunque a veces diga lo contrario, el florecimiento de personas que consuman y no se cuestionen. Yo relaciono esta parte con la sabiduría interna que anida en cada uno de nosotros. Es la parte más simple y a la vez la más profunda, la parte más arraigada a mis ser, a mi esencia como persona. Es mi maestro/a interior, un maestro que sí escucho me ayuda a buscar y encontrar mi lugar y el sentido de mi Vida. "La finalidad de la vida es el crecimiento del alma, no el éxito exterior" Aurobindo. .

Mi visión, es que para sentirme pleno, en paz, satisfecho conmigo mism@ y con mi Vida necesito desarrollar y escuchar esas cuatro áreas que forma mi ser, aprovechar todo mi potencial como persona.

Para cerrar este artículo me gustaría proponerte unas preguntas de reflexión: 

¿cómo te relacionas con cada una de esas partes de ti?
¿a qué parte le prestas más atención en tu vivir cotidiano?
¿tienes alguna parte de ti olvidada o desatendida?

Haz un último y sencillo ejercicio, asigna porcentajes a cada una de las cuatro partes descritas de tu persona, desde la importancia que tu les das en tu vivir y date cuenta dónde de a dónde te lleva ese camino, 

¿TIENE ASÍ SENTIDO TU VIDA? 

Un Abrazo y buen camino.

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